Cuando el cuerpo repara una herida, con frecuencia lo hace creando tejido fibroso cicatrizante. La cicatrices internas, como las que podrían desarrollarse después de una cirugía, pueden provocar un significativo dolor. Las cicatrices superficiales generalmente son indoloras, pero pueden ser cosméticamente desagradables. En algunos casos, las cicatrices en la piel pueden evolucionar en una forma especial de cicatriz voluminosa llamada un queloide. Los queloides generalmente son rojos o rosas y con frecuencia forman una cresta de varios milímetros por encima de la piel. Esas cicatrices se presentan cuando el cuerpo sigue llenando la cicatriz con colágeno después de que ha sanado. Las personas con piel más oscura tiene mayor probabilidad de desarrollar queloides que aquellas con piel más clara.
El tratamiento convencional de cualquier tipo de cicatriz es menos que completamente satisfactorio. Los queloides y otras cicatrices de la piel tal vez se reduzcan de tamaño al congelarlos (crioterapia), con inyecciones de esteroides, radioterapia o extracción quirúrgica. Sin embargo, puede que se desarrolle una nueva cicatriz incluso más visible en el lugar de la que se eliminó. De manera similar, la extracción de cicatrices internas dolorosas podría conllevar a la nueva formación de cicatrices que causan dolor.
Se dice que la hierba gotu kola ayuda a eliminar las cicatrices queloides.1,2 Cuando se utiliza para ese propósito, se toma oralmente, se aplica a la piel o se inyecta en el tejido. Sin embargo, no existe evidencia confiable de que sea eficaz.
De acuerdo a algunas escuelas de acupuntura, las cicatrices superficiales impiden el flujo de "energía" y por lo tanto causan distintas enfermedades. Se dice que el tratamiento de la cicatrices tanto superficiales como internas las encoge o, por lo menos, reduce sus efectos. Sin embargo, no existe evidencia científica que indique que la acupuntura ofrece algún beneficio para las cicatrices.
Otros tratamientos naturales propuestos para las cicatrices, pero de nuevo sin evidencia que los respalde, incluyen: Aloe vera, alantoína, aceite de coco, colágeno, elastina, aceite de jojoba, aceite de lavanda, masaje, magnetoterapia, selenio, extracto de caracol, aceite de tamanu vitamina A, vitamina C, vitamina E y zinc.
1. Kartnig T. Clinical applications of Centella asiática (L.). Herbs Spices Med Plants. 1988;3:146 - 173.
2. Bosse JP, Papillon J, Frenette G, et al. Clinical study of a new antikeloid agent. Ann Plast Surg. 1979;3:13 - 21.
Ultima revisión November 2019 por EBSCO Medical Review Board Eric Hurwitz, DC Last Updated: 06/16/2020